6 riesgos patrimoniales a los que se enfrentan los ejecutivos de consultoría

Una de las profesiones que más admiro es la de los ejecutivos que se han forjado en las grandes firmas de consultoría.

Es una profesión que en si misma implica algo a lo que yo llamo “malabarismo”.

¿Malabarismo de qué?

Son varias esferas, pero las que comúnmente nos comentan nuestros clientes de esta industria son: Investigación y desarrollo, traer proyectos a la firma, hacer el “delivery” de lo prometido a los clientes, desarrollar equipos de trabajo, cuidar de su familia, cuidar de sus amigos y cuidar de sí mismos. Todo esto en un cambiante entorno global.

No es una labor sencilla, por ello no es de extrañar que los paquetes de compensación y prestaciones estén dentro de los más competitivos del mundo corporativo.

Gracias a lo anterior, cuando entrevistamos a algún ejecutivo consultor con una carrera consolidada, generalmente nos describe su situación económica actual como “estable”, donde las necesidades familiares y propias de estilo de vida, atención de la salud, estudios, vacaciones, hobbies, etc. están cubiertas a un nivel bastante confortable. Y esto es muy bueno.

Sin embargo, también hemos visto que al paso del tiempo vendrán cambios de viento que harán más difícil los “malabares” y que, si no se visualizan a tiempo, podrían afectar de manera importante su calidad de vida y de su familia y en algunos casos, me atrevo a decir, hasta llegar a la pobreza o dependencia de un tercero.

La mejor manera de prepararse ante estos cambios de viento o riesgos es identificarlos a tiempo mediante un assessment patrimonial y de prestaciones. Enlisto los más comunes:

1.- Condiciones para mantener el Seguro de Gastos Médicos Mayores al dejar la firma.

En la mayoría de los casos el ejecutivo podrá continuar con la protección del seguro de Gastos Médicos para atender cualquier enfermedad o accidente que se haya presentado.

Lo anterior es muy bueno, sin embargo, pueden existir condicionantes de tarifa para garantizar la “continuidad” que pueden ir en el orden de hasta 3 veces la tarifa estándar de un seguro individual normal; en más de una ocasión hemos visto cotizaciones de $500,000 pesos anuales para ejecutivos en sus 50’s y su familia, donde se tiene que escoger entre invertir esa cantidad de dinero al año o perder la continuidad del pago de tratamientos de las enfermedades en curso.

En otras firmas el seguro médico viene desde el extranjero y al dejar la firma no existe una relación con una aseguradora en México con la cual se pueda dar la continuidad de la protección y tener antigüedad acumulada.

En otras pocas, las condicionantes son menores y no implican mayor problema.

La recomendación siempre será hacer una revisión de este punto con un profesional y en caso de ser necesario considerar la contratación de pólizas “complemento” propias.

2.- Asumir que los seguros de vida y/o de Incapacidad de la firma son permanentes y suficientes.

El día que se deja la firma se terminan estos dos seguros (Vida e Incapacidad)

El contratarlos por cuenta propia en ese momento puede no solamente ser costoso sino tal vez imposible si el estado de salud ya no es óptimo.

Conforme avanza la edad es más común que se presenten enfermedades como cáncer, hipertensión, diabetes y otras cardiovasculares que hacen muy difícil el contratar una cobertura de incapacidad y según su grado son causa de extraprima o rechazo en seguro de vida.

En cuanto a la suficiencia, un buen benchmark según Charles Farrell, autor de “Your Money Ratios” es contar con cuando menos 12 años de ingreso completo como suma asegurada e ir disminuyendo este factor conforme se incrementa el patrimonio liquidable (la casa donde se vive no lo es, salvo que se esté dispuesto a venderla y cambiar a una más pequeña)

Es necesario realizar un análisis de este tipo de protecciones y gastos y determinar el número de años que están resueltos mediante estas protecciones.

Diversificar y complementar con seguros propios es la estrategia que siguen muchos de nuestros clientes.

3.- Falta de planeación del retiro

En muchos casos los ejecutivos van hacia la etapa de retiro sin claridad de lo que requerirán para poder vivir una vejez con el mismo estilo de vida que hoy tienen.

Según el mismo autor de “Your Money Ratios” se requerirá entre un 75% y un 80% del ingreso actual. Para ello será necesario construir un patrimonio liquidable (ahorros, propiedades, inversiones en negocios, etc.) que sumen un valor a momento de retiro de 12 años de ingreso actual completo.

El análisis de necesidades y avances a nivel patrimonial se vuelven cruciales, ya que hemos visto altos niveles de gasto actual en estilo de vida pero que no toma en cuenta la necesidad de ingresos futuros en el retiro. Se puede estar gastando en “lujo” hoy el “básico” del mañana.

4.- Falta de aprovechamiento de incentivos fiscales para el retiro

Planear el retiro es todo un reto, más si se dejan de lado los incentivos fiscales que existen y que ayudan a hacerlo de manera más ligera.

Ahorrar para el retiro y que el gobierno aporte hasta un 35% de lo depositado mediante baja en la tasa de impuestos.

Obtener mejores tasas de interés que en los bancos y fondos de inversión exentando el pago de impuestos a las ganancias en Pesos o Dólares.

¿Ya los estás aprovechando?

5.- Falta de diversificación

Poner los huevos en diferentes canastas es primordial en una estrategia inteligente.

Ahorros, fondos, bienes raíces, acciones de empresas, metales, arte, seguros, etc. forman parte de un todo que ayuda a minimizar riesgos y a obtener ganancias de largo plazo.

Ejemplos más comunes de falta de diversificación:

El principal patrimonio de una familia es la casa donde viven. Esto está bien de momento. Sin embargo, si el tiempo avanza y no se sigue construyendo patrimonio adicional y/o en otro tipo de activos podría llegar el momento de tener que liquidar la casa sin desearlo en un momento de crisis.

En el caso de ejecutivos de firmas públicas, contar con gran parte de su patrimonio en acciones de la empresa, lo cual también está muy bien de momento y los orienta a los resultados. Pero si no diversifican esa inversión en otros rubros podrían ver mermado su patrimonio también en un momento de crisis.

Diversificación, diversificación, diversificación.

6.- Falta de humildad

Más que tratarse de una cuestión de soberbia estamos hablando aquí de reconocer que las limitantes de tiempo y/o de especialización demandan la asesoría de un experto en la materia que facilite la planeación y la toma de decisiones.

Por ejemplo, entre nuestros clientes se encuentran CFOs que así como en su empresa tienen a responsables para cada una de las áreas financieras, cuentan también con nuestra asesoría en el área de planeación patrimonial personal.

Conclusión: Los ejecutivos que hacen carrera en las firmas de consultoría tienen toda la capacidad para consolidar un patrimonio suficiente para conservar el estilo de vida que hoy tienen, siempre y cuando se aseguren de identificar estos riesgos y actuar desde hoy para evitar que las esferas importantes de su vida sufran un impacto por falta de preparación.

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Gilberto Gamboa es socio fundador de Vígiles Consulting, una firma de consultoría en Planeación Financiera soportada en Seguros e Inversiones. Estudió su MBA en el IPADE y la Universidad de Western Ontario e Ingeniería por el ITESM. Actualmente es Vicepresidente de Atlantis, asociación que agrupa al Top 2% de los despachos especializados en seguros en México. https://www.vigiles.mx/